Paz para Siria. Llamamiento a los ciudadanos y ciudadanas del mundo
#PazParaSiriaYa #PeaceForSyriaNow
En marzo de 2017 se cumplirán seis años de guerra en Siria. Alrededor de 400.000 muertos, unos dos millones de heridos, casi 4 millones de desplazados en el exterior y cerca de11 millones de desplazados internamente. Sin concretar, aunque son miles, los milicianos de uno y otro bando muertos en los combates.
Los números nos aturden, la acumulación de desastres durante las últimas décadas, en este y en otros conflictos, nos pasman, abotargan nuestra racionalidad, nos cuestionan nuestra humanidad. Pero basta una última imagen de una persona siria atrapada en su ciudad, apelando con su grito desgarrado a nuestra conciencia, para que se tambalee, aunque solo sea durante el breve tiempo de un noticiario, nuestra impotencia.
No entraremos ahora en el análisis, aunque será siempre imprescindible para poder restaurar la convivencia, ni de las causas ni de las justificaciones de esta guerra. En este momento queremos resaltar dos aspectos singulares que nos aterran.
La sociedad civil no solo sufre en mayor medida las desgracias de estos enfrentamientos, tal como venimos constatando desde las últimas grandes guerras, sino que además se convierte ahora en rehén, en esclava y, en ocasiones, escudo de los contendientes. Además han dejado de respetarse aquellos acuerdos, recogidos en diversas convenciones internacionales, que podían mitigar los sufrimientos de las víctimas resultantes de estas tragedias. Los hospitales, las escuelas, los mercados se bombardean intencionadamente para que se amplifique el horror, para que se destruya el más mínimo gesto de resistencia.
La otra faceta específica que nos muestra esta catástrofe humanitaria es la globalización del conflicto. No solo de los actores intervinientes, sino también de las justificaciones para su intervención. Motivos políticos, económicos, religiosos, raciales… conforman el magma sobre el que se sustenta la belicosidad de tan diversas milicias. Y, sobre todo, se globaliza un mercado de armamento que no deja de crecer.
Notamos con preocupación la desmovilización en los últimos tiempos de aquellos movimientos pacifistas que durante las últimas décadas del siglo pasado supieron cuestionar a los gobiernos de sus respectivos países cuando estos se involucraban en guerras injustificables. Y sentimos la humillación de asistir al triste proceso de degradación de los organismos internacionales en los que habíamos depositado nuestra confianza en la búsqueda de un mundo más justo para todos.
En este contexto hacemos un llamamiento a todas las ciudadanas y ciudadanos del mundo (y a nosotros mismos) para sugerir la globalización de la intervención pacífica, pero activa, de los movimientos y organizaciones sociales en la resolución de los conflictos bélicos. Recuperemos el protagonismo que nos corresponde y que ahora han usurpado gobiernos y organismos internacionales, demostrando sobradamente su ineficacia.
Y, aunque denunciamos también conflictos que afectan a más de una decena de países: Yemen, Sudán, Irak, Afganistán, países de la cuenca del lago Chad, Libia, Burundi, Corea del Norte, etc. y que tendrán que ser objeto de nuestra atención, proponemos como objetivo para el año 2017 la consecución del final de la contienda en Siria.
Tendremos que buscar la coordinación de todos los colectivos pacifistas, que podría realizarse mediante la reconversión de la ONU, dando voz y voto no sólo a los gobiernos sino también a sus ciudadanos. Y como punto de partida de la campaña proponemos que en todos los lugares de encuentro, en pueblos y ciudades del mundo, para las tradicionales celebraciones de fin de año, incorporemos a los diversos actos nuestra demanda de paz para Siria. Hagamos visible nuestro movimiento.
#PazParaSiriaYa #PeaceForSyriaNow
Fundación Seminario de Investigación para la Paz (Sip) y WILPF España