Los drones armados y los drones autónomos: una escalada de nuevas armas contra la ética y las personas

Un nuevo informe del Centro Delàs de Estudios por la Paz analiza la incorporación creciente de la autonomía en los drones militares y los principales países que los están desarrollando.

Las acciones militares y “de seguridad” con sistemas militares robóticos y drones armados han cambiado radicalmente los escenarios de guerra, que han pasado de concentrarse en objetivos militares y estratégicos a ataques que pueden afectar gravemente la población civil no involucrada. Los ataques con drones armados a menudo no salen en los periódicos, pero muestran un ritmo de crecimiento continuado los últimos años. Son ataques que acaban matando personas civiles, además de perpetrar ejecuciones sumarias y extrajudiciales de personas supuestamente terroristas. Últimamente, además, los drones militares están evolucionando para poder incorporar sistemas autónomos de decisión. “Esta escalada hacia los sistemas armados autónomos es ética y jurídicamente inaceptable, porque delegar en una máquina las decisiones de matar va en contra de la dignidad humana y de los derechos de las personas”, apunta Pere Brunet, coordinador del nuevo informe que publica el Centro Delàs de Estudios por la Paz ‘Nuevas armas contra la ética y las personas. Drones armados y drones autónomos’. Esta nueva publicación ha contado con la colaboración de la coalición internacional Campaign to Stop Killer Robots que trabaja para prohibir las armas completamente autónomas y mantener un control humano sobre el uso de la fuerza.

El nuevo negocio armamentístico

Los sistemas militares robóticos, y en particular los drones, han conseguido abaratar drásticamente las operaciones militares al mismo tiempo que han impulsado un aumento significativo del volumen de negocio del sector industrial militar. Las empresas productoras de drones militares y de su instrumental de alta tecnología están en pleno auge. ¿En qué países encontramos estas empresas?

La geografía de los drones militares

Los drones militares se fabrican mayoritariamente en los Estados Unidos, Israel, Rusia, China y Europa. El análisis muestra como Estados Unidos es claramente el líder mundial en creación y fabricación de sistemas militares robóticos, drones militares y drones armados.

Este informe quiere identificar los grandes actores (países y empresas) en el campo de los drones armados y autónomos. La primera oleada de drones vino de la mano de los Estados Unidos, seguidos por Israel, Rusia y China. Después ha empezado la investigación y producción por parte de determinados países entre los cuales destacan Turquía e Irán, que han decidido impulsar con éxito la investigación y producción doméstica forzadas por el contexto internacional –relaciones complicadas de Turquía con la OTAN, o el embargo en Irán−. Estos dos países los utilizan internamente o en varios conflictos de Oriente Medio.

El peligro de la autonomía que está viniendo

“En los últimos años se viene construyendo una falsa narrativa sobre las bondades de la inteligencia artificial que tiene tendencia a ignorar todo aquello que expertos y académicos de todo el mundo están alertando”, apunta el Dr. Joaquín Rodríguez Álvarez, también autor del informe. De hecho, los sistemas militares robóticos tienen comportamientos no explicables, con una probabilidad garantizada de error que es significativa y no pequeña. Unos errores que acabarán siendo vidas humanas.

Los autores de la publicación alertan que la percepción de la posibilidad de hacer guerras sin riesgo puede hacer prevalecer las soluciones militares por encima de las políticas, bajando los umbrales que los estados tienen actualmente para iniciar acciones militares. El uso de armas autónomas es moralmente inadmisible y va en contra de los principios jurídicos de proporcionalidad, distinción, precaución y responsabilidad. Además, la inteligencia artificial hará más fácil pensar en guerras a distancia más abstractas, hecho que puede llevar a más acciones militares y a una escalada incontrolada de los conflictos.

“Es urgente que dispongamos de un instrumento jurídicamente vinculante que prohíba la carencia de control humano sobre la selección y ataque de los objetivos, y que por lo tanto impida los sistemas militares robóticos con autonomía de uso”, concluye el informe. Tal como se explica en la publicación, esta demanda ha sido recogida por la Campaign to Stop Killer Robots y canalizada en la CCWUN (Convención para Ciertas Armas Convencionales de las Naciones Unidas), con el objetivo de crear un marco legal vinculante que prohíba estas armas. “Quiero recordarles a todos que nuestra coalición no está impulsada por las preocupaciones sobre los ‘robots asesinos que se están volviendo locos’, sino por la urgente necesidad de abordar las graves amenazas que las armas totalmente autónomas representan para la humanidad”, alertaba en nombre de 130 organizaciones de 60 países en el último encuentro de la CCWUN en Ginebra, Mary Wareham, coordinadora global de la Campaing to Stop Killer Robots, que participará este miércoles en el acto de presentación del informe en Sant Cugat del Vallès.

El informe también apunta que, al mismo tiempo, hace falta un gran esfuerzo internacional para conseguir una desmilitarización en el campo de los drones militares en general y para reducir drásticamente el gasto militar asociado tanto a los sistemas militares robóticos como el resto de armamento.

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