La defensa de los derechos humanos pasa por apoyar el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares
Hoy se cumplen 11 meses de la entrada en vigor del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares que, como no nos cansamos de insistir, el Gobierno de España, como socio de la OTAN, no ha firmado. Con numerosas organizaciones pacifistas y defensoras de los derechos humanos, hemos organizado la campaña #10razonesfirmaTPAN con la que queremos reclamar a La Moncloa que firme este acuerdo que declara ilegales unas armas que suponen una amenaza radical a la vida en el planeta.
En esta ocasión, con la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA), queremos poner el acento en una de las razones por las que es ineludible que nuestro Gobierno firme el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares: el respeto y la defensa de los derechos humanos. Como señala Toni Soler, de FundiPau, otra de las organizaciones que apoyan la campaña, “las armas nucleares son incompatibles con uno de los derechos humanos más básicos: el derecho a la vida”. Basta recordar que las bombas de Hiroshima y Nagasaki mataron, también a largo plazo, a 300.000 personas. Además, como afirma Irene Graíño Calaza, jurista y politóloga, integrante del área de Solidaridad Internacional de APDHA, en un reciente artículo, “es patente el peligrosísimo impacto de las armas nucleares en los derechos humanos y su influencia en el aumento de las amenazas potenciales de una catástrofe humanitaria”. De hecho, la mera existencia de estas armas “obstaculiza categóricamente la construcción para la paz a nivel mundial”. Por eso reclamamos al Gobierno de España que muestre inequívocamente “su compromiso con la abolición de las armas nucleares, que generan en sí mismas una absoluta vulneración de los derechos humanos”.