Cumplimos 10 años, 10 años de activismo por el feminismo pacifista en España y 10 años tejiendo redes entre mujeres muy diferentes pero con un objetivo común: la construcción de la paz, entendida como el respeto a los derechos humanos, una mayor justicia social y la defensa de políticas que pongan el cuidado en el centro frente a los discursos militaristas.
Queremos que conozcas esta red de mujeres diversas que es WILPF. Si eres wilpfera y quieres contribuir a esta celebración presentando a otra wilpfera, contando por qué eres wilpfera o expresando tu deseo, puedes escribirnos a cumplimos10@wilpf.es.
Quiero hablaros de Laura Alonso Cano. Por Manuela Mesa
“Todavía recuerdo las risas, cuando le pedí que me enviase su curriculum y me preguntó cuál (el profesional o el artístico). Entonces supe que quería los dos, porque poder combinar ambas cosas cuando se trabaja por la paz, te traslada a territorios inesperados, donde lo imposible se hace realidad, donde emergen múltiples maneras de contar, explicar, sentir y avanzar”.
Hitos. El Tratado sobre el comercio de Armas. Poner la vida en el centro. Por Maribel Hernández
“Si a lo largo de nuestra vida nos van construyendo las experiencias que tenemos y las personas que forman parte de ella, que nos inspiran o que nos acompañan en determinadas situaciones, no puedo más que agradecer a WILPF la oportunidad de haber vivido
momentos tremendamente significativos. De esos que, por más que pase el tiempo, se quedan anclados en el corazón y la piel de tal forma que se sienten como si formaran parte de otra dimensión, una que permanece invariablemente viva.
Fue precisamente en La Haya donde se dieron los primeros pasos de una iniciativa que marcaría mi vida ese año y el siguiente. A lo largo de 2015 y 2016, WILPF España fue elegida para participar en un proyecto de investigación e incidencia para la prevención de la violencia de género a través del Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), junto a las secciones de WILPF Camerún, Colombia y Suecia. Una oportunidad gracias a la cual pude conocer desde dentro el trabajo del programa de desarme de WILPF, Reaching Critical Will, liderado por la admirable Ray Acheson”.
Quiero hablaros de Cristina Zamora. Por Carolina Jiménez
“Cristina es WILPFERA desde no hace mucho tiempo, pero sus méritos la hacen una socia consolidada y comprometida. Conocí a Cristina cuando vino a verme a Málaga allá por 2018. Ella me localizó porque había escrito un artículo sobre mujeres refugiadas que le estaba sirviendo para su tesis. Nos vimos en cafetería y la conexión fue instantánea. Parecía que en el rancio mundo académico no encontraría una persona con la que compartir tantas cosas, pero allí estaba ella”.
Quiero hablaros de Tica Font. Por Nora Miralles
“Quiero presentaros a Tica. A la wilpfera Tica Font. Yo la conocí en 2015, nada más entrar en el Centre Delàs, cuando ella ya era una referencia en el campo de la paz y los conflictos y yo una jovencilla que recién descubría lo apasionante que es la lucha antimilitarista y por los Derechos Humanos y de las mujeres. Tica es una mujer fuerte, con carácter, que destacaba y destaca en un ámbito, y en unas organizaciones, donde tienes que hacerte un lugar entre muchos egos masculinos”
Calor. Cándida Conesa
“Porque era el final de junio. Las conferencias eran a primera hora de la tarde, en Huesca,cuatro días consecutivos. A la primera no podía acudir, pero podía organizarme para las otras.Dudaba. Por el calor, porque el primer día la ponente era Carmen y yo no iba a asistir. Decidí iren tren, y comer en Huesca, me pareció más… ¿refrescante?”.
Quiero hablaros de Sandra Blasco Lisa. Por Amparo Bella
“No es posible resumir todas las aportaciones que Sandra está haciendo y hará al conocimiento de la historia de las mujeres, al 8M, a WILPF así como las aportaciones poéticas para dar relevancia a personajes históricos, como por ejemplo, a Labordeta (Rolde 2016) y las que vendrán. A Sandra le queda mucha vida y obra por delante,
con un futuro abierto y prometedor”.
Quiero hablaros de Carlos Adán Gil. Por Amparo Bella
“Carlos nos recuerda en sus análisis que el género es construido culturalmente y que
hay que de-construirlo para generar espacios de libertad y de auténtica diversidad transgénero y con ello, nos ha situado y recordado no solo lo que decía el activista valenciano Josep Vicent Marqués en 1981 sobre la alienación del varón, algo inaudito en aquellos tiempos y por lo que fue reconocido en 1978 con el premio de ensayo El Viejo Topo, “La opresión que también sufre el varón” y que la denuncia del patriarcado debe hacerse desde el varón, cuestionando la masculinidad y participando activamente en el movimiento feminista”.
Quiero hablaros de Pilar Ariño Martín. Por María Villellas Ariño
“Pilar y María no somos las únicas madre e hija que juntas participamos en WILPF. Sabemos que la maternidad y la paz es un hilo de reflexión importante en el feminismo, con sus luces y sus sombras. Pero aquí me trae el vínculo desde el amor y la defensa de la vida, la maternidad feminista y la libertad,”.
Quiero hablaros de Pamela Urrutia Arestizábal. Por María Villellas Ariño
“Su compromiso feminista nos ha llevado a compartir infinidad de proyectos, investigaciones, debates, artículos, publicaciones escritas a varias manos, en las que ha puesto su granito de arena en la construcción de la paz feminista. Pamela es una
increíble compañera de trabajo y una fantástica compañera de WILPF”.
Tengo un deseo. Por Susana Fernández
“Mi deseo es que ninguna mujer vuelva a perder la vida por la violencia machista y para ello, le pido prestadas las palabras a Guisela López, escritora guatemalteca, poeta al servicio del feminismo, que se ha manifestado sobre la exclusión de las mujeres en la Historia”.
Me presento: soy wilpfera. Consuelo Miqueo.
“Conocí a WILPF-España cuando todavía podía ser LIMPAL, la Liga Internacional de Mujeres por la Paz, y era lógico que así se llamara la sección española de la Women International Leage por Peace and Freedom. Entonces era un proyecto deseado por Carmen Magallón, que había crecido durante décadas en el grupo estatal En pie de paz, que dirigía el Seminario de investigaciones por la Paz (SIP) de Zaragoza, formaba parte de la red de seminarios o centros similares y era invitada con asiduidad a dar charlas en el mundo académico, ciudadano y hasta en el militar. Había tenido oportunidad de viajar y conocer y comprometerse con otras y otros pacifistas hispanoamericanos de Nicaragua, Colombia, México o EE.UU.”
Quiero hablaros de Amparo Bella. Por Sandra Blasco.
“En ese año 2013 yo hacía mi Trabajo final de máster sobre el feminismo de la transición en Aragón. Amparo fue atenta, amable y solidaria conmigo. También cuando hice la tesis doctoral. Me cedió toda la documentación, escritos y trabajos académicos que había realizado pues era ella quien de forma pionera comenzó a investigar este campo de estudio a finales de los años 90. Así fue como me confió el que hasta entonces era “su tema”, lo que significó una responsabilidad para mí pero también una ilusión y gratitud enorme por este gesto de confianza”.
Quiero hablaros de Cuca Tomás. Por Pilar Ariño
“En este espacio en que celebramos los 10 años de WILPF, quiero recordar a nuestra compañera de la sección de Zaragoza y queridísima amiga Cuca Tomás, con quien muchas compartísteis reuniones y vivencias en el encuentro de La Haya. “No Peace Without Women”.
Cuca, mujer cariñosa, fuerte, valiente, divertida, comprometida, feminista…, siempre feminista. En su actitud vital y en su compromiso social y profesional en el campo de la salud. La salud de las mujeres, las desigualdades de género, su trabajo en la investigación de género y ciencia en el grupo Genciana, su trabajo en la elaboración y evaluación de protocolos de perspectiva de género en proyectos de investigación, su aportación durante años como coordinadora del Seminario Interdisciplinar de Estudios de la Mujer (SIEM) en la Universidad de Zaragoza… son solo una pequeña muestra de su interés en ciencia y feminismo.”.
Quiero hablaros de Carmen Magallón Portolés. Por Gloria Labarta
“Desde que conocí a Carmen, supe que seríamos amigas. Éramos muy jóvenes, pero me
impresionó su inteligencia, su implicación social, y su sencillez de trato; la reconocí como una
líder nata, pero carente de la arrogancia que caracterizaba a los otros y otras que en aquella
época abundaban; sobresalía por su capacidad de diálogo, su vocación por la pacificación de conflictos y su alegría de vivir. Vivíamos en la misma ciudad, compartíamos una amiga muy querida, Montse Reclusa, teníamos una ideología similar y ambas habíamos llegado al feminismo superando una educación tradicional; sin embargo, nuestras vidas eran paralelas por ambientes y profesión, por lo que la intuida amistad aún se hizo esperar”.
Me presento: soy wilpfera. Susana Fernández
“Me llamo Susana Fernández Herrero y soy de Vallecas. Trabajo como documentalista en FUHEM Ecosocial, y soy activista por la paz y la defensa del medio ambiente desde la Asociación
Española de Investigación para la Paz – AIPAZ, la sección española de WILPF y desde RECIDA – Red de Centros de Información y Documentación Ambiental.
Tengo varias pasiones: mi familia, de la que intento disfrutar el mayor tiempo posible, el arte y los libros.
Tras licenciarme en Historia del Arte hice varias incursiones en el mundo de la educación, porque era una de mis vocaciones (mi madre siempre me dijo que yo debía dedicarme a enseñar), pero también me dediqué a formarme en esa otra de mis pasiones, la de los libros, forjada en tantas horas de
biblioteca. Lo hice a través de cursos sobre Biblioteconomía, Archivística y Bibliotecas, hasta acabar como Técnico Documentalista por IEPALA. Cuando tuve que escoger una biblioteca para hacer mis prácticas de documentación escogí un lugar cuyo nombre ya me pareció fascinante: el Centro de
Investigación para la Paz – CIP de FUHEM, allá por el mes de octubre de 1997”.
Me presento: soy wilpfera. Rosa María Aragües Estragués
“Me llamo Rosa María Aragüés Estragués. Nací un 3 de julio de 1952 en Barcelona, pero siempre he vivido en Zaragoza, mi ciudad. Muchas de vosotras no me conocéis pues, aunque casi siempre estoy en las reuniones participo muy poco, hablo poco, soy muy tímida. Pero yo sí que os conozco a casi todas. Leo todos los wasaps y siempre estoy al tanto de lo que decís y hacéis, aunque esté calladita. Mi vida profesional y familiar unido a vivir en un barrio rural con malas comunicaciones ha contribuido a que no haya podido acompañaros a cenas y otros eventos.”.
La primera vez que hablé con Raquel Lucas. Por Amelia Bella
“La primera vez que hablé con Raquel Lucas, fue por teléfono, su voz clara, tranquila y amable daba seguridad, no la conocía personalmente, sólo sabía que
era socia de WILPF. Solicitó ayuda para presentar en su ayuntamiento de Monreal del Campo (Teruel) una moción sobre el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares, esta iniciativa para compartir acciones entre wilpferas nos entrelazó y fue creando espacios de comunicación personal. En ese momento estábamos lanzando una campaña para la firma del Tratado por parte de los ayuntamientos y para reclamar al Gobierno Español que lo ratificara y se adhiera a los países que ya habían firmado y ratificado el Tratado.”.
Quiero hablaros de Gloria Labarta Bertol. Por Amelia Bella
“Hablar de Gloria es pensar siempre en positivo, con ilusión y alegría, es lo que ella transmite, además de compromiso, responsabilidad y actividad llena de vida. Nos conocimos al inicio de los años 70 del pasado siglo, cuando los partidos de izquierda trabajaban en la clandestinidad y las mujeres buscábamos dentro de ellos vías de igualdad.
Gloria, abogada de Zaragoza, defensora de los derechos humanos y la igualdad, trabajaba en un despacho de abogados que también era lugar de encuentro de sindicatos, partidos y movimientos de mujeres. Gloria, creadora de futuros, plantó semillas de futuro transformador, fundó la primera organización feminista de Aragón (Asociación Democrática de Mujeres Aragonesas). Y años más tarde presidió el Club de Opinión la Sabina durante cinco años, donde continúa en la Junta Directiva”.
Queremos hablaros de Carmen Sacristán. Por Lucía y Lara Bartolomé
“Muchas de vosotras ya la conoceréis por su gran implicación en WILPF durante todos estos años.
Carmen Sacristán, nuestra abuela, fue feminista incluso antes de saber lo que significaba. Cuando
éramos pequeñas nos contaba cuánto le sorprendía que ella como sus compañeras del colegio
tuvieran que aprender a coser y cocinar y los compañeros tenían más oportunidades de estudio. Y
nos hacía ver lo afortunadas que éramos por poder estudiar.
Tiene ocho nietas y un nieto y siempre nos ha animado a todas por igual para que estudiemos y seamos independientes en el futuro. Nos decía que teníamos que valernos por nosotras mismas y disfrutar dedicándonos a aquello que nos apasionara. Hoy, está a nuestro lado, apoyándonos para que consigamos cumplir todas nuestras metas.”.
Me presento: soy wilpfera. Marián Cao
“Nací en Vigo en los sesenta, en una ciudad de aluvión, industrial, que acogió a muchas personas del campo que venían a probar fortuna en las compañías pesqueras, de conservas y astilleros. Vigo era una ciudad trabajadora que olía a marusía y gasóleo, que amanecía temprano en sus lonjas inmensas y continuaba en las fundiciones de los astilleros. Formada por personas abocadas al mar pero con un sabor de agro y cultivo en su piel. Galicia, una tierra de mujeres fuertes y robustas, que combinabanel trabajo en la fábrica con la tierra y la familia, una tierra donde surgieron desde las cantigas deamigo hechas por trovadoras aun por descubrir, a la monja Egeria o las grandes Rosalía de Castro,Concepción Arenal y Emilia Pardo Bazán, que nunca perdieron de vista la conciencia social. De esaestirpe procedía mi madre, América, una mujer culta, que siempre tenía un libro de historia en susmanos. Descendiente, como no, de una familia traumatizada por la violencia de una guerra, aprendíde mi padre, Agustín, el aborrecimiento a la misma y la importancia de un estado de alerta constantepor los cuidados y el bien común”.
Me presento: soy wilpfera. María Jesús Díaz
“Yo llegué a WILPF, igual que la mayoría de nosotras, de la mano del entusiasmo de Carmen Magallón, querida amiga. Confiada, sin más, en que si ella consideraba que merecía la pena fundar una sección en España de una organización pacifista y de mujeres para mí desconocida por entonces, seguro que había que apoyarla. Ella, su trayectoria tanto nacional como internacional en el estudio y el ejercicio de la práctica no violenta y su especial inclinación por hacer visible y mostrar reconocimiento a la contribución de las mujeres a la cultura de paz, eran para mí aval suficiente”.
Tengo un deseo. Por Estefanía Rodero
Junto a la campaña global de WILPF “Move The Money”, que nos invita a dejar en el pasado la financiación armamentística destinando el dinero a la financiación de todo aquello que contribuye al cuidado de la vida y la construcción de paz, mi deseo es que el sistema de inversión de impacto crezca, se multiplique y transforme todo el sistema de inversión global y que los criterios empresariales ESG dejen de ser optativos pasando a ser un nuevo sentido común de época, una nueva manera de entender la economía, el trabajo, las empresas”.
Quiero hablaros de Soledad Esteban. Por Inés Reta.
“Recuerdo muy bien el día que conocí a Sole. Fue en un encuentro/reunión en Zaragoza, en el Centro Pignatelli, hace cuatro o cinco años, da igual. Estaba sentada a mi lado, o yo al suyo, empezó la ronda de presentaciones, algo que confieso siempre me pone muy nerviosa. Todas las que se habían presentado antes que yo eran historiadoras, maestras, profesoras, funcionarias, y muchas de ellas activistas por la paz desde hacía mucho tiempo, así que cuando llegó mi turno dije mi nombre y algo parecido, como que… yo no tenía nada que me relacionase con lo dicho por mis compañeras, venía de la empresa privada, y mi trabajo era la administración, en general. Sole, a continuación, sonrió y dijo algo así, pues yo también, ya somos dos, trabajo en un banco etc., etc. Me encantó escuchar la franqueza de su voz y la sonrisa en su cara cuando se dirigió a mí. En ese momento nos hicimos cómplices y amigas”.
Me presento: soy wilpfera. Adela Fuyola
“Soy Adela Fuyola y soy wilpfera desde hace bastantes años. Actualmente soy la representante de WILPF en la Coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza. En dicha organización damos visibilidad al pensamiento feminista mediante acciones en la calle para celebrar el 8 de Marzo, el 24 de Mayo, el 25 de Noviembre… Y todos los primeros martes de mes hacemos una concentración en la Plaza de España de Zaragoza en contra de la violencia machista, convocada por la Federación de Barrios”.
Quiero hablaros de Carmen Magallón Portolés. Por Hortensia Hernández
“No sé dónde me encontré en mis investigaciones en la red con Carmen. Me unió a ella
nuestra común formación científica y su amor a la paz. Tambien su rostro me pareció
próximo. Le dediqué una entrada en el blog de heroínas.net con una foto que encontré por ahí, que resultó se había hecho en un pais lejano delante de la bandera que tenían de España y que no era la apropiada. Alguien nos lo hizo saber obligando a conectarnos. Luego la busqué pidiéndole una foto de la pacifista Frida Perlen y me invitó a unirme a WILPF y me pareció perfecto”.
Quiero hablaros de María Arrondo Arrondo. Por Pilar Maldonado.
“El primer recuerdo de María Arrondo Arrondo lo tengo de un concurso-oposición en el que ella era la presidenta del tribunal y yo una aspirante a una plaza que cambió mi vida. En la fase de la entrevista me hizo un interrogatorio muy exhaustivo sobre las actividades en las que había participado en mi corta vida (22 años). Poco después, al conocerla, entendí las razones de ello. María pretendía cambiar la vida de muchas personas en la ciudad de Zaragoza y con especial interés de las mujeres zaragozanas”.
Míralas: son mujeres de WILPF. De Olga Hernández Vitoria
“Míralas, son las mujeres de WILPF. Mira cómo sonríen mientras tejen redes de compromiso con sus manos mágicas y alargan sus brazos hasta rodear el mundo con ellos. Zurcen complicidades que otros han roto, enhebran ilusiones y construyen la Historia con otros ojos, más comprometidos con la igualdad.
Míralas. Son mujeres, no saben del desánimo, nunca se dan por vencidas. Significan. Recuerdan. Proyectan. Simbolizan. Su camino es de búsqueda reivindicación. Sus íntimas y profundas convicciones te atrapan. Potentes mentes transformadoras en cuerpos falsamente considerados frágiles”.
Me presento: soy wilpfera. Elvira Landín Aguirre
“Del grupo de WILPF, conocí primero a Carmen Magallón que vino a Vigo en noviembre 2002, a una mesa redonda sobre violencia, convocada por la Concejala de la Mujer. Un par de semanas antes de su charla, el petrolero Prestige se había partido originando la maldita Marea Negra. Fue algo tan fuerte para nosotros que, unas cuantas, nos sentimos obligadas a llevarle por la costa para que viera, con sus propios ojos, el pegajoso tinte del chapapote sobre las playas y las rocas, y para quesintiera el olor nauseabundo que desprendía el agua del mar… Hablamos bastante, éramos un grupo amplio y diverso, luego leí varios escritos suyos y aprendí, entre otras cosas, el concepto de“maternaje” utilizado por las latinoamericanas”.
Quiero hablaros de Violeta Doval. Por Hortensia Hernández.
Hortensia Hernández nos presenta a su hija Violeta Doval y nos cuenta: “Su colaboración en el último informe de WILPF España Los derechos humanos de las mujeres migrantes temporeras en Andalucía en medio del estrés de un nuevo trabajo y los
exámenes de un máster, nos dan idea de cómo la injusticia le duele y a la vez cómo para ella es importante que las voces de esas temporeras sean oídas” para tener “una idea bien clara de la situación de injusticia en la que viven. El conocer y cambiar estas realidades nos dará opción a un mundo justo y en Paz y es por eso que invité a Violeta a sumarse a WILPF porque sabía que estaría feliz de compartir con este poderoso grupo de mujeres”, cuenta Hortensia.
La primera vez que coincidí con Estefanía Rodero. Por Manuela Mesa
Nuestra vicepresidenta Manuela Mesa cuenta cómo conoció a nuestra compañera Estefanía Rodero: “Si algo define a Estefanía es su pasión por el tejido, como un símbolo que expresa la capacidad de muchas mujeres para compartir el acto de tejer, en espacios de creación, transformación y sanación”.
Irene Comins nos cuenta su deseo
Incorporar la reflexión sobre las nuevas masculinidades en la agenda feminista y pacifista. Como decía nuestro querido Vicent Martínez Guzmán: es necesario contribuir a la construcción de nuevas masculinidades. Y es que los estudios sobre las nuevas masculinidades juegan un importantísimo papel en la agenda pacifista y feminista. Creo que es importante ponerlos en valor, darles visibilidad, para que entre todas y todos podamos construir nuevas masculinidades más éticas, más sanas y más pacíficas que la masculinidad hegemónica o masculinidad tóxica. Es necesario construir nuevos modelos de masculinidad antisexista y antihomofóbica, masculinidades más flexibles, versátiles y plurales. Estoy convencida que la trayectoria feminista y pacifista de WILPF puede contribuir, enriquecer y enriquecerse con las reflexiones que van construyéndose en ese sentido.
Me presento: soy wilpfera. Hortensia Hernández
Soy Hortensia Hernandez. Elijo para presentarme el apellido de mi abuela materna. Soy de Zamora pero vivo en Madrid. He vivido en Chile, Brasil y Ecuador y no pierdo a esos paises de vista porque como Virginia Woolf decía, yo no tengo patria, mi patria es el mundo. Me trajo a WILPF el conocimiento de sus maravillosas integrantes y fundadoras. En mi esfuerzo por visibilizar los aportes de las mujeres, pocas hay más interesantes que las mujeres que crearon y sustentaron este grupo en el mundo.
Manuela Mesa nos presenta a Amelia Bella
Aunque probablemente nos encontramos antes, los primeros recuerdos que tengo de Amelia tienen que ver con el libro 1325 mujeres tejiendo la paz en 2010. Este libro reúne las historias de vida de mujeres poderosas, valientes, innovadoras, que han apostado por trabajar por la paz, recopilamos 1325 nombres y más de 100 historias. Su difusión era imprescindible para dar visibilidad a la contribución de las mujeres en la construcción de la paz y Amelia se convirtió en una de nuestras principales aliadas. También las autoras del libro (más de veinte mujeres) y algunas personas de la red de CEIPAZ se implicaron en la tarea con gran entusiasmo.