Carta abierta al Gobierno de España para que impulse la construcción de la paz feminista y avance en la agenda Mujeres, Paz y Seguridad

Con motivo del próximo debate abierto en el Consejo de Seguridad sobre la agenda Mujeres, Paz y Seguridad el 24 de octubre, WILPF, la Escola de Cultura de Pau y CEIPAZ le hemos hecho llegar al Gobierno de España una carta que hemos suscrito junto a 628 organizaciones de la sociedad civil de 110 países, con 10 medidas prioritarias para el pleno cumplimiento de la agenda Mujeres, Paz y Seguridad y el impulso a la construcción de la paz feminista:

  1. Prevenir, evitar y poner fin a los conflictos. Como se señala en la carta, “poner fin a la violencia es el medio más eficaz para proteger los derechos de las mujeres y de las niñas en todos los conflictos y crisis”.
  2. Reformar el Consejo de Seguridad. El objetivo de esta reforma ha de ser “construir un sistema multilateral más representativo, transparente, democrático y responsable que pueda cumplir de manera eficaz la promesa de paz de la Carta de las Naciones Unidas.
  3. Detener las transferencias de armas. Los Estados deben cumplir el Tratado de Comercio de Armas, que prohíbe la venta de armas “a países “cuando exista un riesgo sustancial de que puedan utilizarse para “cometer o facilitar actos graves de violencia de género o actos graves de violencia contra las mujeres y los niños o para cometer genocidio, crímenes de lesa humanidad, infracciones graves a los Convenios de Ginebra, ataques dirigidos contra civiles u objetivos civiles u otros crímenes de guerra”. Las organizaciones firmantes también instan a recortar el gasto militar y aumentar la financiación para la igualdad de género y las respuestas humanitarias.
  4. Defender los derechos humanos de las mujeres. “El Consejo de Seguridad debe centrar los derechos humanos, especialmente los derechos de las mujeres, de las niñas y de las personas LGBTQIA+, en todos los debates, procesos y decisiones sobre paz y seguridad; adoptar medidas coordinadas para contrarrestar las repercusiones negativas de las cuestiones de género; y rechazar cualquier resultado que socave los derechos de las mujeres”.
  5. Promover la justicia reproductiva. Entendemos que “la autonomía reproductiva y el derecho a vivir en comunidades seguras, pacíficas y sostenibles son esenciales para las mujeres en situaciones de conflicto y crisis en todo el mundo”, por lo que instamos al Consejo de Seguridad a “apoyar política y financieramente los servicios de salud sexual y reproductiva integrales, de alta calidad y no discriminatorios, incluido el acceso a la anticoncepción, el aborto seguro y la atención a la salud materna, e integrar plenamente estos derechos en los planes de prevención, respuesta y recuperación ante crisis.
  6. Insistir en la presencia de mujeres en las mesas de negociaciones. “Las mujeres tienen derecho a una representación plena e igualitaria” por lo que defendemos que “el Consejo de Seguridad, la ONU y los Estados Miembros no deben respaldar, facilitar, participar o apoyar procesos de paz o políticos en los que las mujeres estén excluidas”.
  7. Apoyar la acción humanitaria basada en principios. Se debe “garantizar una acción humanitaria con perspectiva de género y gestionada a nivel local, así como un acceso humanitario seguro y sin obstáculos a las poblaciones afectadas de todos los géneros y diversidades, tal como lo exige el derecho internacional humanitario”.
  8. Exigir justicia y rendición de cuentas. “Todas las violaciones de los derechos de las mujeres, incluidas todas las formas de violencia de género, la violencia sexual relacionada con los conflictos y los ataques contra las defensoras de los derechos humanos, deben ser condenadas públicamente, investigadas exhaustiva y rápidamente, y los perpetradores deben rendir cuentas”.
  9. Apoyar a los movimientos feministas, “que son el núcleo de la agenda Mujeres, Paz y Seguridad. La ONU y todos los Estados Miembros deben comprometerse e implementar plenamente un enfoque de tolerancia cero a cualquier forma de ataque, intimidación, retaliación o represalia contra mujeres diversas por su participación política, su labor humanitaria y de derechos humanos, sus actividades de consolidación de paz o su cooperación con los mecanismos de la ONU”. Pero, advertimos las organizaciones firmantes, “la protección nunca debe comprometer la participación”.
  10. Financiar la paz, no la guerra. Esto pasa por “aumentar la financiación de las organizaciones, redes y movimientos locales dirigidos por mujeres, que defienden los derechos de las mujeres y que defienden a la comunidad LGBTQIA+, y apoyar las iniciativas que promuevan la igualdad de género y el liderazgo feminista”.

Esperamos que el Gobierno de España haga público su compromiso con estas peticiones en el marco del debate en el Consejo de Seguridad y que las recomendaciones y exigencias de la sociedad civil formen parte del próximo Plan de Acción Nacional del Gobierno de España de forma participativa, relevante, concreta, mesurable, con recursos y con rendición de cuentas.   

Aquí podéis leer la carta en castellano.

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